
Desde 1746 hasta 1755 trabajó como preceptor privado de familias que vivían en los alrededores de la ciudad, pero en 1755 gracias a la ayuda de un amigo pudo terminar sus estudios y se graduó en ese mismo año.
Entre 1755 y 1770 trabajó en la universidad de Konigsberg impartiendo clases de ciencia y matemática y paulatinamente llegó a abarcar muchas ramas de la filosofía. Para 1770 ya había publicado diversas obras y había adquirido una gran reputación y es recién en este año que obtuvo la cátedra de Lógica y Metafísica.
Durante los siguientes 27 años se dedicó plenamente a la actividad docente, atrayendo una gran cantidad de estudiantes a la universidad. Sin embargo, en 1794, las enseñanzas teológicas que impartía en la universidad le generaron problemas con el rey Federico Guillermo II que le prohibió enseñar sobre temas religiosos. Kant acató esta orden hasta la muerte del rey.